Ya llegué a casa, mujer, vamos a follar
Durante los diez años que ya ha durado su matrimonio, la rutina de esta ama de casa es siempre la misma. Despide a su marido cuando va a trabajar, lleva a los hijos al colegio, se ocupa de las tareas del hogar, y cuando llegan las doce, aparece su marido y a follar. La milf alemana ya siente que su coño empieza a mojarse en cuanto va llegando la hora del evento. Así que, cuando llega el esposo, ella está más que dispuesta a ponerse de rodillas y chuparle la polla. Como están solos en casa, se pueden dar el lujo de follar donde quieran, por ejemplo sobre la mesa del comedor que ella acababa de limpiar.