Qué bien le sientan a mi madrastra sus clases de yoga
Que la mujer de mi padre se pusiera a hacer yoga a la hora de ver mi canal de deportes favorito me jodió bastante, la verdad. Pero ella insistió en que no había bastante sitio en otro lugar de la casa, así que se apoderó del salón. Me cabreé como un mono, pero no pude dejar de notar que se estaba poniendo bastante maciza gracias a esos ejercicios. Eso, sin hablar de las posturas que cogía marcando culo y tetas, me tenían muy cachondo. Yo no quería follar con mi madrastra, al menos no conscientemente; pero ella se quitó la ropa, me comió la polla, y oye, yo tenía que follarle su coño caliente.