Mi preciosa mujer hace pajas como ninguna
Nunca supo lo que apreciaba que una tía le hiciera una gayola hasta que me casó con esta artista de la masturbación manual. No es que el sexo oral se le diera mal, la puta latina hacía mamadas de escándalo. Pero dios le había dado una habilidad divina a sus manos, y sabía menear una polla de una forma que en poco tiempo la ponía dura como una piedra. La verdad es que era una gozada levantarse así cada mañana, cuando te habían despertado dándote una alegría al cuerpo en forma de paja. Y lo que a ella le gusta que le corran las tetas, ese es el final apoteósico.